El acceso a la tierra es fundamental para garantizar otros derechos básicos: alimentación, vivienda, agua, cultura e identidad, reproducción social, entre otros. La construcción de la propiedad en Brasil, sin embargo, implicó la desapropiación y exclusión de innumerables personas, sobre todo de origen indígena y africano.
_ La garantía de la tierra y del territorio para que pueblos y comunidades tradicionales preserven su patrimonio cultural.
Este derecho es reconocido por la Convención N.º 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), ratificada en Brasil en 2012 y que establece la consulta previa, libre e informada a esos grupos.
Hasta el momento, solo han sido demarcados el 65% de los 736 territorios indígenas identificados por la Fundación Nacional de los Pueblos Indígenas. Hay también otras 490 reivindicaciones en análisis. Con relación a los pueblos quilombolas, mientras que 2.849 comunidades fueron certificadas por la Fundación Cultural Palmares, solo 54 territorios recibieron titulación (parcial o total) por parte del órgano responsable, el Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra).